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El ARTE de VIVIR y ser FELIZ

Visita de los Pintores con la Boca y el Pie.



¡Ellos nos demostraron que ARTE es VIVIR y ser FELIZ!


♿️En el Cole Reims vivimos la Inclusión día con día. Celebramos cada día que formamos parte de una comunidad que se regocija de su diversidad de colores, intereses, gustos y talentos.



Como parte de esta alegría de ser diversos; cada año se lleva a cabo un ejercicio de sensibilización masivo con nuestros alumnos.

Para nosotros, el hecho de que todos nuestros estudiantes crezcan y se desarrollen con base en los valores más humanos y espirituales, esas es nuestra prioridad para vivir plenamente la inclusión.


El objetivo principal de estos eventos es tener la oportunidad de tocar otras realidades y hacer conciencia de que formamos parte de una diversidad; cada uno desde su individualidad tiene algo muy valioso que aportar y una vez que se comparte con los demás cobra mayor significado nuestras diferencias pues se enriquece la vida de todos.


Confirmamos que somos capaces de gozar de esta convicción, el día 30 de octubre del presente.

En nuestro colegio tuvimos la grata visita de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie.

Escuchamos los testimonios de nuestros visitantes.


José Luis


Fui a la escuela primaria y cursé hasta el 4° grado, en mi casa se necesitaba apoyo económico y dejé la escuela para ponerme a trabajar, cargando costales en el tianguis; unos vecinos me dieron trabajo a esa edad, después me buscó una de mis maestras la profesora Silvia Hernández y me invitó a seguir estudiando en un grupo especial. Así pude estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Mi papá trabajaba de chofer, él traía una grúa y salía mucho a provincia. Al cumplir 15 años de edad me fui a trabajar a una obra de ayudante de albañil, yo era menor de edad, el día viernes 1° de abril de 1985 estábamos trabajando rompiendo una banqueta yo estaba agarrando una cuña de acero y otra persona le pegaba con un marro, haciendo ese trabajo la otra persona le pega a la orilla de cuña, saliendo una rebaba de acero, inmediatamente se me clavo en el ojo derecho y con la fuerza que llevaba me vació el ojo perdiéndolo.

A los 18 años, ya tenía el oficio de albañilería y ya tenía mi propia familia con tres hijos. Una mañana al estar haciendo una losa de la casa de unos vecinos, alrededor de las 8:30 am al tener una varilla sujetada con las 2 manos, se pegó a los cables de la luz de alta tensión, son cables de un voltaje muy alto, en ese momento me empecé a electrocutar y hasta que tronó el transformador más cercano, la varilla se despegó de los cables; yo quedé tirado y me llevaron al hospital de la Raza en la ciudad de México y de ahí me trasladaron al hospital Magdalena de las Salinas, por la gravedad de mi accidente.

Mis brazos se quemaron completamente y gracias a Dios y a la pronta atención de los médicos quienes para salvarme la vida, amputaron mis brazos ya que la gangrena avanzaba día a día y podía ocasionarme un paro cardiaco. Recuerdo que fue un día en que me hicieron aceptar esta decisión y me despedí de mi familia porque era una operación de

alto riesgo y no se sabía cómo iba a reaccionar. Ese día fue el más difícil para mí porque no sabía si iba a despertar.

Al regresar a casa poco a poco fui aprendiendo a sentarme, a vivir con mi discapacidad.

Un amigo me invitó a trabajar en una base de taxis y con el tiempo pude adquirir un taxi en pagos.

Tuve un hijo varón, quien siempre me ha apoyado y me acompaña en los trabajos diarios.

Conocí a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie un día que fui al Banco HSBC a recoger unos papeles, al atenderme el gerente me pidió que firmara y al ver que lo hacía con la boca se sorprendió y fue él quien me habló de la Asociación de Pintores. Al llamar por teléfono me atendió la Sra. Raquel Hernández y me explicó que era necesario que yo tomara clases de pintura para ver realmente si era una profesión que a mí me interesara. Ella me presentó con Yazmín Pineda Pino, becaria de la Asociación y juntas me llevaron al Jardín del Arte con el profesor Alfonso Ordoñez, quien me aceptó como alumno y tomé clases con él y con Yazmín los domingos y en casa hacía las tareas que él me indicaba.

Así es como realicé las 5 obras que envío junto con mis documentos para pedir mi solicitud como becario.

El profesor Alfonso Ordoñez es una de las personas más humildes y humanitarias que he conocido, igual que todas las personas que he conocido en el transcurso de mi vida, mi amigo Artemio con el que iniciamos la base de taxis, el Sr. Jorge Godínez que nos vendió el taxi, ahora las personas de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie.

Espero que este pequeño pedacito de mi vida, sea útil para este propósito de mi vida, esto lo escribo con el corazón, gracias por su tiempo y atención, mil gracias no tengo otra cosa más que despedirme dándoles las gracias a ustedes.

Gracias Dios mío por llegar a esta etapa de mi vida, con salud y bendice a todas estas personas que tú has puesto en mi camino así también a sus familias y duplícales todo lo que me han otorgado sin merecerlo.


Carlos


Me cuenta mi mamá, que cuando nací, la familia tenía miedo de no saber cómo cuidarme, porque lloraba, me enfermaba y que todo el tiempo estaba triste; pero que cuando nació mi hermana todo cambió, porque ella me ayudó y me enseñó muchas cosas. Me gusta mucho jugar videojuegos, creo que soy muy bueno, escucho música en mis ratos libres y me gusta bailar. A los tres años de edad, mi mamá me inscribió en un kinder de enseñanza especial, pero las maestras observaron que mi discapacidad sólo era física y recomendaron que me inscribieran en un kinder regular. Aunque sabía que era un niño diferente, tuve una niñéz feliz, siempre mi familia y maestros me incluian en todo tipo de actividades. En una clase de computación, conocí al niño César Yarén Moreno Díaz, un compañero con las mismas limitaciones que yo. Nuestras mamás platicaron sus experiencias y fue así que conocí a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie. Fue en diciembre de 2012 que nos presentaron a la Sra. Raquel Hernández quien nos platicó sobre las oportunidades que podia tener si lograba pertenecer a la Asociación y ella nos llevó con la maestra de pintura Ma. Cristina López Franco, quien me ha dado clases particulares cada semana durante 3 años. Ahora ya soy becario de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie e inicié mis estudios de bachillerato. Seguiré preparándome para ser mejor cada día. Muchas gracias.


Rogelio


Hasta los 16 años mi vida era normal, como la de cualquier joven, pero el día 27 de mayo del año 2001 tuve un accidente en el cual me lesioné las vertebras C3 C4 y C5, dejándome sin movimiento en todo el cuerpo.

Cuatro meses después, ingresé al CNR Centro Nacional de Rehabilitación, en donde conocí a Mirna, quien era mi terapeuta y me ayudó a darme cuenta de que podía escribir y pintar con la boca. Posteriormente, conocí a Juan González Cervantes, quien me enseñó a pintar con la boca.

Juan González ya era becario de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie y cuando él vio que ya estaba listo para que yo hiciera mi solicitud como becario en la Asociación, me invitó a hacerlo. Fui aceptado en el año 2006.

Forme una familia con mi esposa Margarita y nuestros 2 hijos. Compartimos y nos ayudamos a salir adelante.


Felipe


El 4 de abril del 2003, mis hermanos y yo regresamos de la escuela a la casa como a la una de la tarde. Mi mamá nos mandó a cambiarnos el uniforme y a lavarnos las manos para comer. Luego de bromear un rato, uno de mis hermanos y yo subimos corriendo a la azotea para perseguirnos entre los tendederos de ropa. En algún momento entre los dos tomamos una varilla de cortinero que estaba por ahí y agarrándolo cada uno de los extremos comenzamos a jalarla cada quien para su lado, para jugar a las “venciditas”. De pronto uno de los extremos quedo muy cerca de unos cables de luz y como si fuera un gran imán la corriente atrajo la varilla. Al hacer contacto se escuchó un fuerte tronido y una luz intensa me cegó por completo.

Por unos instantes sentí claramente como todo mi cuerpo era traspasado por un rayo y luego todo se obscureció cuando recobre el conocimiento me di cuenta que había pasado poco tiempo y que estaba tirado en el suelo. Todo el cuerpo me dolía mucho. Los oídos me zumbaban y mis brazos estaban grises. Mi hermano estaba tirado a poca distancia de mí. La descarga eléctrica lo había lanzado contra unos tanques de gas y al golpearse en la cabeza se había desmayado. Todo aturdido, me di cuenta que mi mamá y otros familiares ya estaban junto a nosotros, la ambulancia tardó en llegar como media hora.

Primero nos llevaron al hospital Magdalena de las Salinas, pero no nos recibieron por que no había cupo. Nos mandaron a otro hospital. A mi me llevaron a traumatología de Lomas Verdes “IMSS” y a mi hermano a un hospital particular. Cuando los médicos me revisaron para evaluarme su primer diagnóstico fue muy alentador, pues dijeron que tal vez lograría recuperarme completamente. Pero no olvido que en algún momento escuche que una doctora dijo en voz baja “yo no creo que se pueda recuperar, seguramente este niño va a perder los brazos”

Poco a poco me di cuenta de lo que había perdido, pero también de lo valioso que era seguir vivo y de que mi hermano ya se había

recuperado totalmente. El no perdió ninguna parte de su cuerpo aunque hasta la fecha tiene una gran marca en la mejilla derecha por la quemadura que le produjo la salida de la corriente eléctrica. Lo que a mi me dolía mucho era ver como sufría mi papá y mi mamá por todo lo que se alteró la vida de toda la familia después del accidente, por eso yo le decía a mi mamá que no se preocupara que todo iba a estar bien.

A mi siempre me gusto dibujar en mis cuadernos, pero nunca pensé que lo pudiera hacer con pinceles, conocí la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie y me presentaron al artista Fernando Téllez (finado) quien era becario de la Asociación y después a Juan González Cervantes, quien también ya era becario de la Asociación para que me enseñaran a pintar.

El haber encontrado a esta Asociación fue una verdadera bendición. Desde que formo parte de ella, cambio mi vida y mi carácter ha vuelto a ser alegre y ahora también soy muy juguetón como antes. Mis padres están muy orgullosos de mí, pues ahora dicen que tienen un artista en la familia.

Me gusta mucho pintar cosas de la naturaleza, sobre todo usando los colores blanco y rojo. Me gustaría aprender a pintar animales y muchas cosas más que me faltan, pues quiero llegar a ser un gran pintor.

El testimonio sencillo, amoroso y auténtico de nuestros visitantes, logró tocar nuestras fibras más sensibles; nos llenaron de una luz de esperanza incomparable. La ocasión de contemplar sus obras y disfrutar de su gran talento hicieron de esta experiencia inolvidable.

Recuerdo una frase de José Luis que les decía a los chicos: “cuídense”, “valoren todo lo que tienen”, “pero sobre todo, cuiden su boca del uso que le dan”.

Además de gozar de las demostraciones de pintura de nuestros artistas; algunos de nuestros chicos también participaron de los talleres de pintura con la boca y el pie; misma experiencia que disfrutaron enormemente.

Para el cierre de esta magna actividad, durante la semana posterior a la misma, Miss Nallely, Miss Cristy y una servidora, trabajamos con los grupos de todo el colegio haciendo diversas actividades, en las que pusieron en práctica sus habilidades artísticas pintando con la boca y el pie; y algunos otros experimentaron “el dibujo ciego”, coloreando un mandala en relieve.

Todas las obras de arte fueron expuestas en todo nuestro querido Colegio Reims.

Siempre agradeceré que nuestro colegio vive la Inclusión al 100%.





Mtra. Sandra Camacho Pérez

Gerente de Educación Inclusiva


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